Las causas que provocan los conflictos son múltiples y complejas como ya se ha indicado. Algunos conflictos favorecen la cohesión pero otros provocan rupturas graves en las relaciones entre los miembros de la comunidad educativa y tienen efectos negativos, tanto para las partes enfrentadas como para la organización en su conjunto. Es entonces cuando se hace necesario aplicar soluciones imaginativas, eficaces y duraderas.
Las causas de
los conflictos podremos clasificarlas de la siguiente manera:
a)
Causas
relacionadas con los maestros:
1.
En
la elección de la carrera docente pueden predominar otras razones distintas al
interés sincero por la enseñanza. Esto puede generar frustración o desánimo.
Estas circunstancias personales se proyectaran tarde o temprano sobre los
alumnos.
2.
Los
métodos actuales de selección de entrada de los aspirantes a la docencia están
basados exclusivamente en las calificaciones académicas. no se tiene en cuenta
los rasgos de personalidad, la motivación hacia la enseñanza, las aptitudes
iniciales, etc.
3.
La
preparación insuficiente o pobre para la dirección o animación del grupo clase,
y en el uso de técnicas de conciliación parar afrontar situaciones especiales.
4.
El
malestar y agotamiento profesional que afecta a parte del profesorado como
consecuencia de las tensiones a que se ve sometida la práctica docente.
5.
Las
relaciones deterioradas entre el profesorado como consecuencia del
incumplimiento de acuerdos o roles, el individualismo, la diversidad de metas,
o la descoordinación.
6.
El
desinterés de algunos docentes en la aplicación de sanciones o reprochar
comportamientos inadecuados puede ser igualmente causa de conflictividad.
b)
Causas
relacionadas con los padres:
1.
Muchos
niños crecen en ambientes familiares dominados por padres agresivos, física o
psicológicamente. Estos niños, reprimidos en sus casas, a veces con violencia,
aprovechan el ambiente más permisivo de la escuela para comportarse
indisciplinadamente y en ocasiones con brutalidad.
2.
Algunos
padres experimentan rechazo hacia la disciplina escolar. No comprenden que
constituye una forma positiva de regulación de las conductas individuales.
3.
Muchos
padres reaccionan airadamente para
tranquilizar su conciencia ante comportamientos del maestro que juzgan indignos
o inadecuados.
4.
Para
algunos padres, la educación carece de valor, más allá de su finalidad
puramente instrumental y, en ocasiones, ni siquiera esto interesa. No entienden
la verdadera función del maestro ni la importancia de su tarea.
5.
Conflictos
motivados porque el centro o el profesorado no responden a las expectativas de
las familias.
c)
Causas
relacionadas con el alumnado:
1.
El
incumplimiento continuado de las normas establecidas para el aula o el centro.
2.
La
estructuración deficiente de la personalidad y las fuerzas contradictorias que
actúan sobre un individuo.
3.
Desacuerdo
con los cambios necesarios que se quieren implantar en el centro o en el aula.
d)
Otras
causas:
1.
Se
han encontrado correlaciones entre tamaño de la organización y conflicto, y
entre complejidad organizativa y conflicto.
2.
El
nivel de centralidad en la toma de decisiones no parece que este asociado con
el conflicto; sin embargo, sí parece que con la mayor formalización de la
organización y con un mayor desarrollo de normas aumenta las probabilidades de
conflicto. Y éste es el caso de las organizaciones educativas.
3.
Un
buen número de docentes opinan que la capacidad de influencia de la escuela en
el alumnado es bien escasa porque las administraciones educativas no ponen el
mayor interés en mejorar la calidad de la educación, las familias implican poco
en el rendimiento de sus hijos y la sociedad desarrolla valores opuestos a la
escuela.
Comprobamos,
con todo lo dicho, que difícilmente pueden existir recetas validas para
solucionar las distintas situaciones conflictivas que se presenten. Muy al
contrario, cada centro educativo responderá al conflicto de manera
contextualizada y el profesorado aplicara una solución singular para cada
alumno. Es indudable la necesidad de dotar de recursos formativos al profesorado,
padres y alumnado para afrontar de forma positiva los conflictos, sabiendo que
en todas las relaciones interpersonales
el conflicto está latente y en la mayoría de los casos se hace visible. Como
consecuencia todas las organizaciones, y la escuela con más razón, producen
situaciones conflictivas y cada docente, cada padre y cada alumno tienen su
manera de ver y resolver los conflictos. Y esto es evidente. No obstante, si
con frecuencia estamos tomando decisiones y resolviendo conflictos, bueno será
que dispongamos de unas pautas o guías para prevenirlos o resolverlos si ya han
aflorado.
A DESTACAR EN ESTE
PUNTO:
El conflicto
debemos contemplarlo como algo natural y
positivo para los grupos sociales porque permite la renovación y el progreso de
manera no violenta.
Las causas
que provocan los conflictos son
múltiples y complejas. Algunos conflictos favorecen la cohesión pero otros
provocan rupturas graves en las relaciones entre los miembros de la comunidad
educativa y tienen efectos negativos, tanto para las partes enfrentadas como
para la organización en su conjunto. Es entonces cuando se hace necesario
aplicar soluciones imaginativas, eficaces y duraderas.
Difícilmente
pueden existir recetas validas para solucionar las distintas situaciones
conflictivas que se presenten.
Cada centro
educativo responderá al conflicto de manera contextualizada y el profesorado
aplicara una solución singular para cada alumno.