1.La
función docente es una fuente de satisfacciones, insatisfacciones y conflictividad.
La formación teórica y práctica del
profesorado en el rol que debe desempeñar, es un antídoto excelente contra la
insatisfacción que produce la confrontación con los distintos sectores de la
comunidad educativa. Subrayando que si
estas exigencias proceden de los padres o sus asociaciones el conflicto
y la insatisfacción están servidos. La función docente también es una fuente de
satisfacción cuando el profesor puede desempeñar su labor.
La Administración educativa debe
colaborar con los centros y profesorado para que los conflictos disminuyan y la satisfacción
de los docentes mejore.
2.Desarrollo
del currículum.
El aprendizaje del alumnado sigue siendo
la preocupación principal del profesorado. El control de lo que aprenden los
alumnos, el diagnóstico de dificultades en el aprendizaje, la información a los
padres del proceso educativo de sus hijos y la coordinación curricular son
variables a tener en cuenta para eludir conflictos.
Control del aprendizaje del alumnado, la
información a los padres, individual o colectivamente sobre el progreso de sus
hijos y la coordinación con los equipos docentes en materia curricular
3.
Desarrollo de la organización del centro educativo.
En el desarrollo de la organización
destacaremos la intervención del profesorado, alumnado padres y asociaciones
desde dos dimensiones: la comunicación y la coordinación.
Los instrumentos organizativos deben
servir para situar a cada sector el lugar y con la responsabilidad que le
corresponda.
En la resolución de los conflictos
debemos evitar que pierdan todos o algunos, y procurar que todos ganen o nadie
pierda. Al final, lo importante es el aprendizaje del alumnado y debemos
comprobar si la solución del conflicto le beneficia o el mismo conflicto le
puede estar perjudicando.